La autodefensa feminista es la capacidad de ver y reconocer de forma consciente, en qué situaciones establecer límites para vivir seguras y en libertad. Ante un mundo donde conviven múltiples violencias, lo mínimo es aprender a reconocer lo que nos hacer daño, prevenir sin renunciar a nuestra libertad y tener recursos para reaccionar adecuadamente.
- Es la herramienta que utilizamos para hacernos conscientes de nuestros cuerpos (mental, emocional, físico y espiritual) y de cómo utilizamos el espacio.
- Nos sirve para analizar y contextualizar nuestra realidad y poder tomar acciones y defendernos cuando deseemos hacerlo.
- Nos enseña a establecer límites y a cuidar el espacio que nos pertenece, que nos permite ser nosotras mismas y desarrollarnos en libertad.
- Es una herramienta que nos permite emanciparnos, sanarnos y vivir una vida que merece ser vivida.
¿De qué necesitamos defendernos?
De la multitud de violencias directas e indirectas que sufrimos las mujeres en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado las violencias contra las mujeres como “un problema de salud mundial de proporciones epidémicas”. Asesinato, violencia física, psicológica y sexual, acoso, trata con fines de explotación sexual, mutilación genital, matrimonio infantil... La magnitud, frecuencia y gravedad de estas violencias no deja lugar a dudas sobre la necesidad y urgencia de protegernos.Colabora: